lunes, 14 de diciembre de 2009

El búho y el pastor

Había una vez un que  llevaba su rebaño para venderlo en el mercado. No hacia el camino solo, sino que iba con otros pastores. Pero su rebaño era muy grande y por eso  avanzaban muy despacio y eso los retasaba a todos.


Finalmente los demás lo dejaron atrás y él continuo el camino solo. Cuando ya oscurecía se decidió a acampar, cansado y triste.  Fue entonces cuando apareció un búho que se comportaba de una forma extraña, acercándose mucho al hombre, hasta que finalmente el pastor le hablo: 

— ¿Quieres comprarme los corderos?

El búho dio un grito


— ¿haz una oferta?


El búho respondió.


—De acuerdo, trato hecho.


Y el búho volvió a ulular.

—Muy bien, nos vemos dentro de un mes.


Y el búho se alejó volando.


Al día siguiente el hombre partió sin su rebaño, y alcanzó al resto de los pastores... que al verlo sin su rebaño, preguntaros extrañados:

— ¿Qué le ha sucedido a tu rebaño?

—Se lo vendí a un búho.

Los otros pastores pensaron que se había vuelto loco, y por eso retrocedieron en busca del ganado. 


Pero al llegar al lugar donde había acampado el pastor, solo encontraron huesos y la lana. Sin embargo, al cumplirse el mes, y aunque todos lo cosnderaban un loco, el pastor se fue al lugar acordado con el búho. Y allí lo encontró


— ¿Has preparado lo que me debes?
 

El búho ululo y alzo el vuelo. El hombre monto su camello y lo siguió, de esa manera llegaron hasta una cueva escondida y estrecha. El pastor entro arrastrándose y al fondo encontró una tinaja llena de monedas de oro, él contó el precio acordado, se lo guardo y dejó el resto en la tinaja. 

Cuando regreso al pueblo, con el dinero, todo el mundo le preguntaba, y al escuchar la historia lo llamaban "tonto" por no haber tomado todas las monedas. Él no decia nada, finalmente la gente se decidió a salir al desierto a buscar la cueva... pero no pudieron encontrarla. Cansados, sucios y sedientos regresaron al pueblo. 



Entonces el pastor, riendo, les dijo:


— ¡Qué locos,  no sabéis que solo los justos pueden entender a la naturaleza!




Esta es una propuesta para narradores/as orales.
En estos días en que una mujer lucha sin armas por su hogar, por la dignidad de su pueblo, por ser escuchada, queremos unir nuestra voz a la suya. Por eso te invitamos a que en las próximas contadas, cuando hagas una sesión de cuentos, incluyas alguno de estos relatos... relatos del Sahara.
Si lo haces, y nos avisas, iremos incrementando la lista de voces que se han unido a la de Aminetu Haidar.
Gracias por contar con nosotr@s

1 comentario:

fieltroyalgomas dijo...

Hermoso... Un cuento muy sabio!!

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